Mara Fortunatović
Nacida en 1987, Mara vive y trabaja en París.
Mara Fortunatović sitúa inmediatamente su práctica en la estela de la escultura minimalista: hablando de "objeto específico" en referencia a Donald Judd, hace suya su concepción de una 3ª vía entre la pintura y la escultura. Su credo es el blanco, blanco en todas partes, la hija espiritual de Malevitch y la contraparte iluminada de Soulages.
Limitándose a la blancura inmaculada del papel y del espacio circundante, inventa sin embargo infinitas posibilidades y modulaciones: el blanco puede teñirse ligeramente con matices de color, el papel puede ser más o menos transparente, luminoso o liso según su textura, pero también según su "caída", sus pliegues o sus curvas. Fiel a su inversión in situ, manipula el espacio que hace suyo, llenándolo de "fragmentos" que son puntuaciones, cesuras, cortes, revelaciones visuales y arquitectónicas.