Marina Le Gall
Las esculturas de Marina Le Gall son tanto quimeras fantaseadas comoanimales sublimados, testigos de sus reminiscencias pasadas.
Criada en la campiña bretona, en la granja de su familia, la artista, licenciada en la Escuela de Bellas Artes de París en 2014, estuvo constantemente impregnada de actitudes animales durante toda su infancia.
La observación meticulosa ha llevado al artista a reproducir conejos y perros cuyo movimiento se congela en la cerámica. Mediante el esmalte, la mezcla de colores se convierte en el pelaje de las poéticas criaturas. La artista invita a la ingenuidad en la realidad, invocando su infancia al modelar su relación con la naturaleza.
Marina Le Gall está representada actualmente por la galería Françoise Livinec.